La Cara Oculta del Sol ( I )

Japon
 Por Igor Yglesias-Palomar

"No hay peor ciego que aquel que no quiere ver"


No es la primera vez que hablo de Japón en un artículo de este blog. Pese a que sé que es un tema que genera eterno interés, e incluso con la insistencia de algunas personas de mi entorno para que lo trate más a menudo o en profundidad, sin embargo, me resisto a convertir este sitio en uno más de los muchos que orbitan alrededor del país del sol naciente. Las razones de ello son varias. 


Por una parte, por mucho interés que indudablemente tenga en este país, hay muchos otros temas de los que disfruto igualmente, y no veo por qué debería someterlos a una jerarquía injusta; pero más importante, porque progresivamente lo que tengo que decir sobre él entra cada vez más en conflicto con lo que el japonófilo medio cree o desea saber sobre el mismo. La gente quiere oír hablar de Japón, pero principalmente de las cosas que les atraen del país. Anécdotas, confirmaciones de que sus ideas sobre el mismo son acertadas, o muestras de lo absolutamente fascinante que resulta como lugar donde escaparse. Manga, anime, supertecnología, samurais, artes marciales, tatamis, misteriosas mujeres en hermosos kimonos... Parece que hay un hueco para todos en la simbología y estímulos que genera el país. Desde el fascinado por lo técnico y lo electrónico, hasta el enamorado por lo tradicional; desde el joven cansado de la realidad que busca y se alimenta del escapismo hacia lo fantástico a través del cómic y la animación, hasta quien se enamora de cosas menos pertenecientes a la imaginación y más... carnales. Todo occidente adora lo nipón. A todo el mundo le interesa, muchos lo reverencian o se fanatizan, y no pocos viven obsesionados con él. Hoy por hoy, escribir sobre un país como Japón no genera las mismas reacciones que escribir sobre, pongamos, Bulgaria, por ejemplo. Y probablemente se puedan observar en este artículo buenas muestras de tales reflejos.

Desde el momento en que decidí marcharme allí, en el año 1999, hasta el día de hoy, he vivido muy inmerso en la cultura japonesa. Son 15 años de lectura de todos los libros, artículos y cómics que han caído en mis manos, de visionar su cine, su animación, de escuchar su música; de algunos años de vida en el país, infinitas conversaciones, interrogatorios a amigos -tanto extranjeros residentes, como nativos-, convivencia con parejas... Mi interés abarca desde lo puramente tradicional, histórico, antiguo, a lo más moderno, tendencias, tecnología, últimos gritos. Sin embargo, con el tiempo, la visión que he ido teniendo sobre el concepto Japón, ha ido variando, desde el interés inicial a la fascinación, de ahí a la obsesión... y a, posteriormente, la maduración de los conceptos que he ido observando y aprehendiendo, hasta llegar al desengaño, y, finalmente, la objetividad distanciada y científicamente analítica. Nadie que me conozca  dudaría jamás sobre mi amor por el país, y considero que el período que allí viví fue, sin duda, el mejor de mi vida hasta el momento. Pese a todo, me siento afortunado en la creencia de que he conseguido escapar del enorme engaño generalizado que existe sobre esta nación, que impide que la gente vea con claridad lo que allí sucede. Japón es una gran mentira, y, pese a que sé que la narración de muchas de mis anécdotas vitales por aquellos lares, entretendrían mucho más -quizás salvo a unos cuantos amigos, cansados de oírmelas repetir-, y polemizarían mucho menos, en respuesta a esa demanda que se me hace para escribir sobre el tema, he decidido hacer lo imposible e intentar desvelar esa gran falacia. 

Lo cierto es que el tema es suficientemente complejo como para que la profundización sobre el mismo llevara mucho, mucho más tiempo y espacio del que pretendo dedicarle. De hecho, ciertos autores con conocimientos considerablemente más extensos que los míos, han decidido escribir sendos libros sobre ello, pues las ideas preconcebidas y los clichés que hay que romper son tan numerosos y tan profundos, que mucho de ello genera una inusitada incredulidad sobre lo que se dice; llevando a dudar sobre la veracidad de los datos, los conocimientos del autor o sus intenciones. E incluso no faltan aquellos -principalmente entre los destinatarios de tales críticas, véase, los japoneses- que inmediatamente enarbolan el acusativo de racista, palabra comodín que consigue alejar toda crítica sobre los comportamientos de ciertos grupos -frecuentemente de actitudes mucho más racistas-, ante el temor hoy en día, de ser considerado como tal en nuestra sociedad. Un íntimo amigo mío, que lleva muchos años viviendo en el país, y que es una de las personas que conozco que más en profundidad comprende la realidad de este país -con quien he hablado innumerables veces sobre ello, así como quien me ha aportado infinitas pruebas en su experiencia diaria sobre lo que aquí se va a tratar, amén de mucho material de todo tipo para apoyarlo-, me ha intentado desanimar sobre esta tarea, aduciendo que las explicaciones para que el occidental medio lo entendiera habrían de ser tan extensas, que sólo si dedicara el blog por entero a tratarlo, lograría disponer el espacio necesario para conseguirlo. Pese a todo, he decidido hacerlo, porque en el fondo, al igual como le pasa a él, considero necesario comenzar a compartir mis experiencias y opiniones sobre el asunto en cuestión. Como defensa previa diré que tan lejos estoy de ser racista sobre los japoneses, que a punto estuve de quedarme a vivir allí, casarme y -quién sabe-, incluso tener uno de esos niños a los que los nipones insisten en llamar halfu -pronunciación japonesa del inglés half, mitad-, y a los que yo llamaba -corrigiéndoles-, daaburu -pronunciación nipona del inglés double, doble-; en clara alusión a que los niños mestizos no son la mitad, por ser sólo medio-japoneses, sino el doble, por ser japoneses y otra nacionalidad, sea la que fuere. Dejando claro mi amor por el país y su cultura, sin embargo, creo fundamental que la gente conozca algunas de las cosas que pasan en ese sitio al que tantos ansían por lograr llegar.

No obstante, a pesar de negarme a emplear el blog a tal fin, y seguro de que un libro sobre ello sería rechazado editorial tras editorial, es innegable que para empezar a entender el asunto hay que explicar y dilatarse mucho. Siendo así mismo consciente de que la longitud de mis artículos frena salvo a los más valientes, he decidido fraccionar este artículo en posts separados, con el deseo de facilitar su lectura. Japón es un país más desconocido de lo que se cree, victoria de una política de hermetismo y oscurantismo sobre su realidad, lo que significa que, para acercarse a entender lo que sucede, hay que intentar desenmarañar un enredado de elementos tan profundamente relacionados entre sí que resulta casi imposible no caer en la tentación de ir saltando de tema en tema. Por desgracia, para comprender las realidades más actuales y aterradoras, las del mandato de su corrupta burocracia y el grave problema de la educación, previamente necesitamos entender su trasfondo histórico, su marcada xenofobia y la instauración de una realidad vital basada en el miedo y el conformismo. Entonces, y sólo entonces, si somos lo suficientemente afortunados, podremos llegar a tener una visión general sobre el asunto. Visión a la que las personas que compartimos esta percepción sobre la realidad del país que amamos, hemos tenido que llegar a través de montar un puzzle de miles de piezas de información que hemos ido recabando durante años de exposición. Por tanto, intentaré organizar los temas según entiendo que son necesarios para formar el cuadro general con la mayor eficiencia posible. Ante el íntimo deseo de que alguien me hubiera contado muchas de estas cosas antes de haber marchado para allá por primera vez, y en la firme convicción de que Japón -tal como lo conocemos-, tiene los días contados antes de que se desmorone, ofrezco el resultado de muchos años de investigación personal. 

Gracias, como siempre, por leer nuestro blog, y espero que os resulte un tema tan fascinante como me lo resulta a mí mismo.

Igor Yglesias-Palomar.


El Imperio del Sol Naciente

 

Antes que nada, vamos a hacer un pequeño experimento. Por el bien de la ciencia, imaginémonos un mapamundi. O, mucho mejor, veámoslo:

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Éste es un mapa del mundo en español. Ignoro si estará hecho en España o en algún país hispanohablante, pero para comprobar lo que queremos demostrar, demos un paso más y veamos un mapamundi inglés, probablemente de Estados Unidos:

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Es fácil observar que salvo los nombres de los países el mapa es más o menos lo mismo, ¿no? Bueno, no es que esperáramos encontrarnos con territorios diferentes o con que los países fueran otros. No obstante, vamos a llevar el experimento un poco más lejos, y veamos un mapa... digamos Ruso:

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 Bien, una vez más, vemos que, salvo el uso del cirílico y que es un poco más feo y abombado, lo que observamos es básicamente lo mismito. Podríamos seguir haciéndolo con muchos países más, pero nos lo vamos a ahorrar, porque el resultado, como es lógico, es siempre el mismo. No obstante, por curiosidad científica, ahora vamos a buscar un mapamundi made in Japan:

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Inmediatamente salta a la vista que hay algo raro, ¿verdad? Vamos a buscar otro distinto, uno que no sea político, y sea más geofísico. A ver qué tal:

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¡Vaya! Vuelve a ser raro... ¿Qué es lo que sucede? Pues sí, lo han adivinado...  La razón de por qué en todos los países el mapamundi es el mismo, es muy sencilla. Está planteado para que el centro corresponda con el meridiano Oº, de Greenwich, y para que lo que se corte sea la enorme masa casi vacía del océano Pacífico. Esto sucede en todos los países del mundo... salvo en Japón, claro. En Japón los mapas están hechos para que el centro del mapa corresponda con el palacio imperial. Dicho de otra manera, el centro del mundo para ellos es Japón. No importa que tengamos bien centrado el vacío del Pacífico o que en los mapas de los libros de texto, menos alargados que estos, el continente americano quede partido en dos, con media sudamérica surgiendo  por el oeste. Otro detalle: todos los países están coloreados en una escala limitada de cuatro colores, Japón aparece en un color único y llamativo. Ningún otro país tiene tal color. Por supuesto, el mapa trae información útil como una lista de los campos de golf más importantes del mundo, o la diferencia entre un bunker y un green. Básicamente el mapa del mundo es una referencia de dónde pueden ir a jugar al golf... 

En el caso de nuestro país, por casualidad, al pasar el meridiano cero por España, ésta está centrada en mitad del mapa, y para demostrar que eso no es más que una coincidencia, los hemos buscado americanos y rusos también, y ahí vemos que en los suyos tampoco está su país en el medio y el mapa reorganizado a favor de ese hecho. ¿Exageramos? No sé, veamos un último mapa, un país cercano a Japón... no sé... Vietnam, por ejemplo:

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Queda demostrado, ¿no? Pues veremos que esto está lejos de ser una anécdota, y que, en realidad, el problema es mucho, mucho más grave.

En el verano del 2004, por razones demasiado largas para explicar aquí, me vi pasando un mes en casa de los padres de mi entonces novia, en Hirakata, una pequeña ciudad cerca de Osaka. Mi chica y yo nos encontrábamos visitándolos durante sus vacaciones en agosto. Los padres de ella eran tremendamente estrictos con la pobre, y, pese a que Disneylandia es mucho más peligrosa que esa ciudad, no le permitían salir una vez se ponía el sol; sin tener en cuenta ni sus 30 años, ni que yo la acompañara -probablemente yo debía ser el humano más alto y pesado de Hirakata aquel mes-. Claro, por solidaridad hacia ella, no me iba a ir yo solo, así que me tocó pasar infinitas horas en esa casa. Afortunadamente, además del hecho de que yo adoraba a esa familia, coincidió con que eran las Olimpiadas de Atenas, y aunque no soy muy fan de los deportes retransmitidos, me pareció la oportunidad de ver algo más que histriónicos programas de televisión e inocentes seriales de samuráis. Pronto observé que mi gozo quedaba en un pozo: la programación olímpica japonesa se limitaba casi exclusivamente a judo y natación sincronizada. Enseguida me di cuenta de lo que sucedía. Sólo se retransmitían aquellos eventos en los que se sabía que Japón iba a ganar una medalla olímpica. Insisto: judo y natación sincronizada. Si por un casual se lograba una medalla inesperada, digamos en tiro con arco, una vez obtenida se emitía en diferido. Dicho de otro modo, sólo podías ver a japoneses ganando medallas. No vi una sola retransmisión de atletismo, ni los 100 metros, ni los 1500... España llegó a la final de baloncesto, pero, por supuesto, tampoco se emitió. Natación, lanzamiento, boxeo, hockey... nada. De hecho, en cierto momento, el capitán del equipo japonés de judo, contra todo pronóstico, perdió en la semifinal. Sólo quedaba un combate, y por casualidades, un español estaba en la final de ese peso. Cortaron inmediatamente la transmisión, pese a que un combate de judo son poco más que 3 minutos. En el momento en que se supo que el japonés no ganaría,  dejaron al público sin saber quiénes tendrían las medallas de oro y la de plata. Me pareció increíble. En otra ocasión retransmitieron un partido del equipo masculino de vóleibol. En todo partido por televisión en el mundo, hay una cámara en plano general para cuando la pelota está en movimiento, y entre puntos o faltas, se rellena mostrando planos cercanos de los jugadores. Pues bien, en todo el partido, para mi asombro y a pesar de que me hallaba pendiente de ello y esperando equivocarme, no hubo un plano mostrando los rostros de ningún jugador del equipo contrario. Si la pelota no estaba en movimiento sólo podían verse las caras del equipo japonés. No pude ver cómo era ni uno sólo de los jugadores contra los que jugaban. Unas olimpiadas en las que no parecía haber más de dos deportes, minoritarios para más inri -por mucho que me guste el judo-, en las que no se retransmite ni un simple evento -aunque se haya batido un récord mundial- si no gana un japonés, y en los que los rostros de los demás atletas ni se muestran por pantalla, es un buen resumen de lo que pasa en ese país. Cuando les preguntaba a mi novia y su familia sobre todo esto, me contestaban que era así en todos los países, y cuando yo les decía que en España estás viendo deportes a todas horas, haya españoles o no en ellos -y que por supuesto las pruebas importantes siempre se retransmitían-, me decían que España era un país que no tenía buen deporte y no se ganaban medallas, y que como Japón era muy fuerte, me daba la sensación de que sólo veía japoneses ganando, pero que era porque ganaban muchas. Olé y olé. Por si a alguien le cabe duda, le recomiendo el divertido juego de ver cuántos atletas extranjeros aparecen en el vídeo promocional para las olimpiadas de Tokio 2020. Habría que comentar a esta gente que existen deportistas que no son japoneses.

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Proyecto de Villa Olímpica, Tokyo 2020. Los bárbaros, rodeados de agua y sin tocar suelo japonés, están más guapos.

Alemania, desde 1945 es un país completamente diferente. Nadie en su sano juicio podría decir a día de hoy que los alemanes no son un pueblo profundamente arrepentido y consciente de su papel en la Segunda Guerra Mundial.  Cualquier mención sobre el tema hará que todo alemán baje la cabeza y se sienta responsable de los actos acaecidos durante el mayor conflicto de la historia. Se han gastado enormes cantidades en compensaciones a víctimas del holocausto, entre otras, y desde entonces ha jugado un importante papel  pacifista y en la creación del futuro de Europa como una unidad sin fronteras ni conflictos. Pero este panorama es muy distinto en el otro país causante de la guerra más mortífera hasta la fecha. Japón, lejos de aceptar su responsabilidad, mantiene una postura muy distinta frente a lo acaecido. Es posible que esto sorprenda al profano. Es un país aparentemente desmilitarizado -no nos olvidemos de que aunque ya no oficialmente, sigue siendo un país invadido-, presumen de antibelicistas y han invertido enormes cantidades de dinero en países como China, para compensar por los daños realizados. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Bien, el problema es profundo. Por si no se sabe, que creo que sí, Japón la lió -y mucho-,  ya mucho antes de que el tema estallara en Europa, conquistando Corea en 1910 y Manchuria, en China, en 1931; llegando a iniciar una guerra con el país del Dragón en 1937, tomando en el mismo año la mitad del territorio nacional, con ciudades como Shanghai y la entonces capital, Nankín, la cual cayó tras una batalla y la huída del gobierno nacional chino. Lo que sucedió allí el 13 de diciembre de aquel año es de estudio aparte. Resumiremos diciendo que fue una de las mayores masacres de la humanidad, cuyas cifras establecidas por historiadores e investigadores de países neutrales, oscilan entre los 150.000 - 300.000 muertos (hablamos de civiles), en la ciudad, y alrededor de 500.000 más en los territorios y poblaciones en torno a la capital. Los datos de lo allí acaecido son espeluznantes, sobre todo dado el hecho de que transcurren en tan sólo un mes. De diciembre a enero de 1938. Masacres a bayonetazos, violaciones comunales, incestos forzados, competiciones de decapitaciones entre oficiales, enterramientos y quemas de prisioneros vivos... en fin, el amor.

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Nankín, esa cosa que no pasó.
Ni que decir tiene que la masacre de Nankín es la base del nacionalismo chino, y motivo de encendidísimo debate hoy en día entre ambos países. A su vez, los nacionalistas japoneses niegan el hecho y aducen que todo es una maniobra china para sacarles los cuartos. Los chinos exigen el reconocimiento de 300.000 inocentes muertos, los japoneses dicen que unos pocos cientos, y no civiles. El odio entre las dos potencias es a muerte desde entonces. Bien, pues en Japón en los libros de texto se niegan a llamarlo masacre, y lo enseñan a sus jóvenes con el nombre de incidente, añadiendo que los hechos están bajo discusión. Hubo follones con China y Corea en los 70' y 80', porque los japoneses insistieron en que, en los mismos libros, a la conquista del continente se le llamara avance en el continente. Recientemente se han visto obligados a introducir el término mujeres de confort, para referirse a las mujeres que fueron obligadas a servir como esclavas sexuales del ejército japonés, pero no mencionan qué es lo que hacían. No existe una sola línea que trate sobre la terrorífica Kenpeitai, la policía secreta militar; no se describen los mandatos japoneses sobre ambos países, entre muchas otras cosas. En resumidas cuentas, los japoneses han borrado de sus libros de texto el período comprendido entre 1895 -inicio de la guerra con Rusia y de la política bélica de expansionismo japonesa- y 1945, medio siglo fundamental en la historia de la humanidad y de su país. Anualmente se celebran funerales en el santuario Yasukuni, retransmitidos por televisión, conmemorando, entre otros,  a los héroes de Manchuria y Nankín, -pero no los héroes chinos, ¡sino los japoneses!- y donde se justifica mucho de la ideología y del comportamiento del Japón imperialista. Imaginaos si ahora mismo en Alemania se celebraran funerales públicos recordando a los héroes de las SS o a Mengele, la que se liaría. Recientemente, para festejar el octogésimo aniversario de la toma de Manchuria, un grupo de empresarios japoneses alquilaron un hotel entero en la región y lo llenaron de prostitutas chinas, para escándalo del país. No es de extrañar que tanto chinos como coreanos le tengan una importante manía a sus vecinos nipones.

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Nankín, esas mujeres a las que no violaron...


En el fabuloso documental Luz blanca, lluvia negra, dirigido por Steven Okazaki, descendiente de japoneses y nacido en USA, producido por la HBO; al principio (aprox. en el minuto 3') se puede observar cómo preguntan a jóvenes tokiotas sobre qué ocurrió el 6 de Agosto de 1945, y cómo ninguno tiene ni la más remota idea de que fue la fecha en la que, por primera vez en la historia, se utilizaron armas nucleares contra seres humanos; en cuestión contra ellos mismos. Podría parecer que se han seleccionado a jóvenes especialmente incultos, pero puedo garantizar por numerosas conversaciones que he tenido con japoneses, que esa ignorancia no es excepcional. Prácticamente ningún joven tiene ni los conocimientos más básicos sobre lo que sucedió en su país -y en el mundo- en la guerra que iniciaron. La educación es tema que trataremos convenientemente más adelante, pero es importante subrayar que hay un porqué en la organizada desinformación sobre este asunto: en Japón no interesa que se recuerde que perdieron. Y mucho menos contra extranjeros. 

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MacArthur wins! Finish him!
Lejos de defender el rol de Estados Unidos en todo esto -he escrito mucho en contra del uso de las armas atómicas en Hiroshima y Nagasaki-, he de reconocer que el jefe máximo de las tropas, el general Douglas MacArthur, hizo gala de una inteligencia proverbial cuando no sólo obligó al emperador Hirohito a reconocer su origen humano y no divino por la radio, sino que se hizo una foto con él, sin corbata ni traje ceremonial -impensable ante el emperador-, y sacándole, como le sacaba, una cabeza. La forzada falta de respeto que supone esa foto, que fue copiada miles de veces y con la que se empapeló Japón, era necesaria para recordar al pueblo japonés que era un pueblo derrotado, cosa que no se aceptó cuando les hundieron absolutamente todos y cada uno de los barcos de su flota, ni cuando los americanos comenzaron a conquistar isla tras isla de su territorio sin que el viento de los dioses -kamikaze- en el que siempre habían confiado para defender su patria, apareciera por ningún lado; ni siquiera cuando les irradiaron dos veces y dejaron dos de sus ciudades más importantes totalmente arrasadas... sino cuando su emperador confesó que era humano y les instó a abandonar la lucha. ¿Tan valientes y feroces eran los japoneses? No. Simplemente necesitaban, como para todo, que se lo ordenaran.

Es demasiado pronto, empero, para entender las motivaciones psicológicas de los soldados en la II Guerra Mundial. Ahora nos interesa un poco más la de los que la concibieron y la parieron, y sus motivaciones. Cualquier neófito en la historia japonesa, podrá observar que, luchas de poder entre clanes aparte, en Japón no es que pasara mucho, excepto en ciertos momentos, en los que siempre se lía gorda: la llegada de los mongoles, allá por el 1274; la llegada de los portugueses en 1543; la llegada de los americanos en 1853; y la segunda llegada de los americanos en 1945. La primera salida de los japoneses fuera de sus islas se produce con Hideyoshi en sus intentos por conquistar China, comenzando por Corea, justo tras la aparición de los portugueses y españoles -y por tanto de la entrada en escena de las armas de fuego-. La segunda salida se produce poco después de la llegada de los americanos y otras potencias europeas, y por tanto de la toma de contacto con las nuevas armas de combate. Intentemos perfilar más qué se deduce a través de esto.

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Izanagi e Izanami intentando comprender a qué huelen las nubes
Por todos es sabido que Japón está conformado por un conjunto de islas, así como que isla es la raíz de aislamiento. A nadie sorprende que los habitantes de una isla, sea donde fuere, sean gente normalmente más reacia al trato con extraños que aquellos oriundos de una zona en tierra firme. Es una simple cuestión de frecuencia de contacto. Tampoco resulta nuevo que una religión diga que sus creyentes son el pueblo elegido por los dioses. Sin ir más lejos, la religión judeocristiana surge de esa misma idea, aunque luego se separen -razón por la que los cristianos se esfuerzan en convertir a nuevos adeptos, mientras que los judíos ni lo intentan, porque no puedes hacer que otro forme parte de ese pueblo elegido-; pero sí orientan estos sus energías a clasificar convenientemente cuánto de judío tiene alguien a partir de cuál o cuántos antepasados judíos tenga. No es lo mismo que sean ambos progenitores, que sea la madre o el padre Así establecemos categorías como judío convenientemente especificadas -ignoro si te garantizarán mayor o menor amor por parte del dios de los hebreos :D -. En Japón sucede una cosa muy parecida. Allí se da una combinación de factores muy peculiar. Consideran que su país, el Yamato, fue creado directamente por los dioses Izanagi e Izanami, y que la hija del primero, Amaterasu no Kami , diosa del sol y de la luz, sería la madre del pacificador de las islas y la abuela del primer emperador de Japón. Debido a que es una dinastía teóricamente ininterrumpida, ésa es la razón por la cual creen que su casa imperial es descendiente directa de los dioses, y que, por tanto, sus emperadores son divinidades en sí mismos -de ahí el esfuerzo de MacArthur de hacer confesar a Hirohito su humanidad-. Esto nos puede sonar a tontería hoy en día, pero lo cierto es que los japoneses son un pueblo muy creyente y supersticioso, sobre todo en lo que a sus kami -dioses, espíritus-, se refiere. De hecho, la divinidad del emperador fue el principal argumento nacionalista en la revolución meiji -y estamos hablando de una fecha tan cercana como 1868-, y mantenida en muy buena medida hasta hoy en día.

Por tanto, los nipones verdaderamente creen que sus islas fueron creadas por los dioses, y que su pueblo es diferente y mejor, que los demás. De hecho, siempre he considerado -al igual que cualquiera que haya vivido allí, dadas las constantes muestras de ello con las que regalan a los extranjeros- al pueblo japonés como el más racista de la tierra, puesto que el racismo siempre se basa en contra de determinadas etnias o nacionalidades, salvo en el caso nipón, en el que se extiende a todo aquel que no es japonés. Por ello, como comentaba antes, a los mestizos se les trata como medio japoneses, y cualquiera de ellos con el que habléis os comentará sus problemas de integración, sobre todo entre aquellos cuyos rasgos difieren más de los nipones. Por eso también cuentan las generaciones a las que pertenecen los hijos de emigrantes japoneses -principalmente a Hawaii y Brasil- , tales como ni sei (二世) o san sei (三世), es decir, hijos o nietos de emigrantes, nacidos en el extranjero. Y es que, al contrario de lo que sucede con los judíos, en Japón, ser japonés no sólo es una cuestión de sangre, sino de educación también. Eso significa que, aunque tus genes sean 100% japoneses, si llevas demasiado tiempo fuera del país, tienes que ser reeducado para que tus valores vuelvan a ser los correctos. Si parte de tu sangre no es japonesa, desgraciadamente, jamás serás totalmente considerado japonés. Por supuesto, los nacidos en Japón hijos de extranjeros, tampoco serán nunca vistos ni respetados como tales, aunque lleven varias generaciones naciendo allí. Ser japonés es el privilegio divino de haber nacido de una determinada raza, en unas determinadas islas, y, como veremos después, haber sido formado a través de un determinado sistema educativo. Pero aún no entremos del todo en este tema. Sigamos con la historia.

En el Japón antiguo -y no tanto- la influencia china fue más que considerable, por mucho que éste sea un hecho que a ellos les gustaría olvidar. Algunas cosas llegan a través de Corea, pero, finalmente, ésta venía estando igualmente empapada por la cultura del país del dragón, así que viene a ser lo mismo. Entre ellas se cuentan, por ejemplo, la otra religión nacional, el budismo, con sus variantes confucionistas y taoístas -de las que deriva el zen-, entre otras; amén de la escritura -parte fundamental de la esencia del ser japonés, ya que es a través de la escritura como se accede verdaderamente al alma nipona-; así como muchos otros inventos, costumbres, modos... Desde la arquitectura, al uso de la seda en las ropas, gastronomía, etc. China es, indudablemente, la cuna de todo lo que Japón es hoy, por mucho que a ellos les guste pensar que lo que hicieron fue mejorar lo que tal raza les ofrecía. Sin embargo, hay un momento en la historia del país en el que se cierran hasta a tal influjo, quedándose verdaderamente aislados. Fue entonces cuando se desarrollaron las distintas castas en el Yamato, creándose y separándose la samurái, cuyo férreo control sobre la población de cuna humilde -por muy románticamente que se venga mostrando en algunas películas-, es perfectamente extensible a hoy en día. Bien, la casta guerrera nipona, que en sus primeros tiempos surgió para proteger la burocracia, y no tanto al pueblo -de ésta trataremos convenientemente-, pronto se dedicó a hacer aquello para lo que se preparaban tan a conciencia, y era a darse de leches. Pero, con todo, se estaban peleando guerreros japoneses contra guerreros japoneses, así que no sabían cómo se las gastaban fuera de las islas. Cuando el Kublai Khan decidió que le apetecía comer sushi, los japoneses se enfrentaron, por primera vez, a guerreros que no peleaban como ellos. Y, por lo que se ve, los mongoles les dieron bastante en los hocicos. Sin embargo, sendas tormentas frustraron los dos intentos invasivos del continente, de lo que se entendió una confirmación directa de que los dioses en persona protegían las islas con sus vientos. Luego se vería que no -spoiler-. Igual que los ingleses en su momento, entendieron climatología=superioridad militar, y esta confusión se mantuvo muchos, muchos siglos. Pero lo cierto es que los ingleses, pese a todo, han dado y recibido bofetadas de la mayoría de los enemigos de alrededor, cosa que en Europa era el pan nuestro de cada día, y eso, quieras que no, desarrolla el ingenio bastante. Sobre todo el militar. No hay más que coger un período concreto en la historia de cualquier país europeo -ni hablemos del conjunto- y veremos que teníamos una vida considerablemente más ajetreada que nuestros contemporáneos nipones y que, por mucho que nos guste elevar su capacidad de combate a lo legendario, lo cierto es que habría que haberles visto en una batalla en Europa. 

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Bárbaros del sur representados como los tres reyes magos vestidos como M.C. Hammer


El caso es que, tras otros tres siglos más de aislamiento, resulta que llegamos portugueses y españoles allá por la mitad del siglo XVI. Posteriormente aparecerían también ingleses y holandeses. Es importante entender que los europeos no desembarcamos en Japón como ejército conquistador. De base, tanto católicos como herejes, en momentos distintos, naufragamos en sus costas, lo que implica que no hubo partidas militares propiamente dichas. En realidad tampoco  existió nunca una intención conquistadora como tal, y por tanto, los números de extranjeros que anduvieron por allí fueron ridículos, jamás una amenaza para el país, por mucho que fuéramos quienes introdujimos por primera vez las primitivas armas de fuego de que disponíamos en aquellos años. Sin embargo, nuestra mera presencia desencadenó quizás el período más convulso de la historia de Japón, en el que tres de los más grandes dirigentes de las islas, se dieron lugar consecutivamente -Nobunaga, Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu- No estamos diciendo que todo lo que pasara fuera por causa nuestra, pues estos tres caballeros tenían muchas ganas de hacerse con el control de todo Japón, pero la importancia de nuestro rol fue mucho más allá que el propio de unos meros visitantes extranjeros.

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Nobunaga, Hideyoshi y Tokugawa, la santísima trinidad nipona esperando turno en la peluquería.







Nobunaga vio el potencial de nuestros barcos y nuestras terroríficas armas de fuego, que iban muy en contra del gusto japonés y consideradas de cobardes y todo lo que quieras, pero decidió armar un ejército entero con ellas, por si acaso. El problema es que no las conseguía replicar bien, pues quieras que no, estaban a unos cuantos siglos tecnológicos de ellos, así que permitió a los portugueses y españoles quedarse -muy controlados-, mientras desentrañaba nuestros secretos, aprendía de nuestras estrategias e intentaba fabricar nuestros barcos y armas. No lo logró, pues murió traicionado antes. Además, gracias a los portugueses -en un principio-, se estableció, mediante unos enormes barcos, un próspero comercio con China, ya que estaba prohibido por el emperador de allí, como castigo por los constantes asaltos de los wakos, piratas japoneses que asolaban las costas de su país y de Corea. Esos gigantescos barcos, de 1000-1500 toneladas -el triple de un galeón- partían anualmente, dejando pingües beneficios tanto a la compañía de Jesús, como al Yamato. Posteriormente se aprovecharían también del famoso galeón de Manila, de los barcos del sello rojo, y de barcos anuales que salían de Inglaterra y Holanda. Dicho en otras palabras, les dejamos tecnología, armas y muchas ganancias comerciales. Para enterarse mejor de esta época, recomiendo la fabulosa novela de James Clavell Shogun -y la peor, pero aún así dignísima serie de televisión homónima-, basadas en el caso real del inglés William Adams.



Shogun
Chamberlain, el Blackthorne más blandito.
Cuando entra Hideyoshi en escena -su padre había dejado de combatir herido ya por un arma de fuego-, el asunto militar y económico empieza a funcionar realmente, así que debido a numerosas razones, entre ellas sus nuevas armas, decide conquistar China a través de la península coreana, lo que desemboca en las invasiones de Corea (1592-1598), que se interrumpen cuando muere repentinamente. Y aquí entra el más importante de los tres, Tokugawa, que cambiaría todo el statu quo previo. En todos estos años de limitada presencia occidental, a pesar del profundo desprecio que generábamos entre los afortunados hijos de los dioses, se produjo una consecuencia muy típica allá donde haya curas: empezó a haber conversiones. La mayoría de los extranjeros allí aposentados eran religiosos -a través de la llegada de Francisco Javier en 1549-, jesuítas y algunos franciscanos y dominicos. Y resulta, con quema de mártires incluida, que la nueva religión caló en algunos daimyos -señores feudales- del oeste, sobre todo de la zona de Nagasaki, que era donde estaban ubicados la mayoría de los pocos extranjeros allí presentes. Cuando Tokugawa entró en escena, su principal enemigo, Ishida, tenía -a pesar de ser ferozmente anticristiano- en su bando a muchos de los daimyos cristianos. Tokugawa jugó un papel de amistad hacia los extranjeros, se declaró su protector para ganarse en última instancia el favor de los señores feudales cristianos, derrotó a todos en la batalla de Sekigahara (1600), se convirtió en el dueño absoluto, o Shogun,  y, en poco tiempo, echó a todos los extranjeros de Japón, prohibió por ley su estancia en tierra nipona, declaró ilegal su religión -hubo muchos miles de japoneses convertidos que acabaron como mártires- y cerró el país durante los 250 años siguientes. En ello hubo una sola excepción: a los holandeses se les permitió quedarse, para aprovechar sus conocimientos médicos -razón por la cual, aún hoy casi todos los médicos japoneses saben leer holandés y alemán-. Pero lo genial es el cómo. Se les permitió estar en una micro-isla artificial llamada Dejima, en la bahía de Nagasaki, de donde no podían salir, pues les estaba prohibido pisar el sagrado suelo japonés. Recordemos que es una isla artificial; se construyó para garantizarse que no estuvieran en tierra nipona propiamente dicha. Esto recuerda bastante al proyecto de villa olímpica de la candidatura tokyota de los juegos olímpicos 2020, en el que han propuesto hacer una isla artificial en la bahía de Tokyo para alojar a los atletas de todos los países. Por desgracia, donde todo el mundo ve el poder tecnológico de Japón, unos cuantos vemos una maniobra de otro tipo... Luego profundizaremos en ello.

Dejima
Dejima, la versión del Marina D'or nipona.


Con el shogunato Tokugawa, Japón entró en 250 años de blindaje contra toda aparición extranjera. Un período en el que, literalmente, no pasó nada en el país. Hasta que, una vez más, aparecimos los bárbaros de occidente por allí. En el año 1853, llega un americano, el comodoro Perry, con una flota de 4 barcos, y deja muy claras las cosas: se acabó eso de que en Japón está prohibido el comercio.  O empiezan a tratar con extranjeros, o les vuelan amablemente el palacio imperial, con emperador incluido. Esto supuso un auténtico bofetón al shogunato, pues se vio incapaz de enfrentarse con la tecnología de la que hacían gala estos nuevos bárbaros. Siglos de aquí no entra nadie, suelen traer ese precio, pues nada como aislarse para no enterarse de cómo van las cosas por otros lados, y, de paso, no poder competir en la carrera tecnológica. Japón, no sólo en lo militar sino también en lo social, se había quedado anclado durante siglos en la Edad Media. El gobierno intentó salvar al país de una guerra que no podían ganar, así que se creó una zona para que estuvieran los extranjeros, en la actual Yokohama. Por supuesto, los daimyos no perdonaron que no se les echara a patadas, así que al grito de sonno joi! -尊王攘夷, reverenciar al Emperador, expulsar a los bárbaros- ciertas provincias, principalmente Chosu y Satsuma, se alzaron en una suerte de guerra civil contra el shogunato, única y exclusivamente porque había establecido un campamento para el comercio en Yokohama. A ésas llegaban. ¿Su plan? Si el shogunato no tiene la fuerza para echarlos, devolvamos el poder al emperador, que como es descendiente directo de los dioses, él los echará. En resumidas cuentas, los rebeldes crean los Ishin Shishi, para matar a los extranjeros, los del gobierno crean a los Shinsengumi, para cargarse a los shishi, el emperador Komei rompe por primera vez en siglos su rol ceremonial y emite la orden de expulsar a los bárbaros -攘夷実行の勅命 jōi jikkō no chokumei-, y las potencias occidentales, cansados de chorradas y de ataques al campamento, bombardean las provincias rebeldes, y dejan el tema solucionadísimo.

El Emperador Kōmei decidió cambiar su postura de no hacer tratados con las potencias extranjeras, luego que en noviembre de 1865 varios barcos de guerra aliados se habían apostado en los puertos de Hyōgo y Osaka, a cambio de que el emperador ratificara los tratados comerciales con Estados Unidos. A partir de ese momento, la filosofía de "expulsar a los bárbaros" perdió su ímpetu ya que era un objeto irrealizable, más cuando las potencias occidentales lograron reprimir con severidad a quienes los desafiaban. No obstante, la carga económica que se le impuso a Japón al ser vencido en estos combates (indemnizaciones, nuevos tratados, apertura de más puertos y más privilegios a las potencias) demostró que la estructura del shogunato ya era obsoleta y que era necesario un nuevo tipo de liderazgo, teniendo como máxima figura al emperador.
(wikipedia)
 
Meiji
Meiji, que empezó como imitador de Prince y acabó liderando el grupo "los chabolitos"
Aquí se produce una de esas cosas deliciosas de la historia. Podríamos pensar que todo estos rebeldes del sonno joi, motivados por su fervor xenófobo eran los que querían mantener los valores tradicionales japoneses. Sin embargo fueron ellos los que se vistieron con uniformes occidentales, compraron armamento y cañones ingleses y adiestraron militarmente a los campesinos con instructores británicos -lo que no deja de mostrar la estulticia de armar y formar a los que quieren matarte y echar tu cadáver a las carpas del estanque de su jardín-. Así, con ese ejército, en clara inferioridad numérica pero más moderno y efectivo, tras unas cuantas traiciones entre el emperador y el último shogún Tokugawa Yoshinobu, se libró la batalla de Toba-Fushimi: muchos samuráis con espadas y lanzas contra muchos menos con ametralladoras y obuses. Tras la batalla -en la que, ni decir tiene, cobran los de las espadas-, cayó el shogunato y subió el emperador Meiji , quien lejos de quemar con su luz divina a los extranjeros, no le quedó más remedio que aceptarlos y aprender de ellos para intentar modernizar Japón. Es la llamada reforma Meiji (1868). Curiosamente, y como anécdota aparte, uno de los asesores del emperador al final se arrepintió de todo, pues dijo que la corrupción en torno al emperador era enorme, así que se retiró a su territorio, Satsuma, se volvió tradicional una vez más, se rodeó de samuráis y la lió de nuevo. Finalmente se enfrentaron 300-400 contra 20.000 del ejército imperial -más barcos bombardeando desde la bahía de Kagoshima-, en la batalla de Shiroyama, que es en la que está inspirada la peli de El Último Samurái.

Guerreros
El que la lió parda. En contra de lo que se cree, no murió en la batalla, sino que interpretó al Dr. Zaius en "Planet of the Apes"



En cualquier caso, resumamos: los que nos querían echar son los que se cargan el cotarro samurái y los que declaran a estos, ilegales; y usan nuestros conocimientos para lograr una cosa inaudita y que marcará mucho el presente en Japón. Y es que es el único país en el mundo que se salta la primera revolución industrial -carbón, máquinas de vapor, luchas con los obreros, revueltas, sindicatos, etc- para pasar directamente a la segunda -anda, ¡cómo mola el telégrafo, el teléfono y el tendido eléctrico en nuestras casas!-. Recapitulemos, pasamos de más de mil años de feudalismo, a tener un país moderno. Insisto: sin lucha de clases, sin sangrar por ganar los derechos de trabajadores, descansos, vacaciones, horas de trabajo semanales... ¿nos va sonando? Venimos de un país en el que las ruedas están prohibidas -salvo para el emperador- y la gente tenía que llevar sus enseres y muebles a pulso, y en menos de 15 años, saltamos a ser el primer país industrializado en Asia, tener ferrocarriles y una florecientísima industria militar funcionando a toda pastilla. Astilleros, fábricas de armas y de municiones... Se envían cadetes a escuelas militares en Europa y Estados Unidos, se crea un ejército permanente con una gran cantidad de reservas, y el servicio militar se convierte en obligatorio. No olvidemos que el motivo de todo esto es modernizarse y armarse para echar a los bárbaros de la tierra de los dioses.

golpe
Señora japonesa apaleando a su marido borracho.
Se forma una suerte de gobierno democrático,  salvo que es lo que vendríamos a decir mentira. Hay una cámara de representantes, todos popularmente electos... y convenientemente manejados por una llamada Cámara de Pares, oséase, una unión de la antigua nobleza de la Corte (kuge) y antiguos señores feudales (daimyō) en una nueva clase aristocrática llamada kazoku, un sistema de títulos hereditario. Vamos, en resumen, que mandaban los de siempre, pero bajo una piel de cordero internacional. Pues en todo esto de armarse, modernizarse, hacer flota, odiar a los extranjeros etc, ¡oh, casualidad! ya en 1876 -sólo 8 años después de subir Meiji al trono imperial, sin haberse producido aún la batalla de la peli de Tom Cruise-, ya intentan invadir la península de Corea, aunque este primer conflicto se resuelve de modo diplomático, pero logrando los japoneses acceso a los puertos del país. En el 95 ya están a tiros con china -primera guerra sino-japonesa-, en la que los japoneses consiguen la apertura del río Yangtze para el comercio, el derecho de que inversionistas nipones pudieran llevar negocios a China, la cesión de Taiwan, las Islas Pescadores y la península de Liaodong, aunque ante la objeción de Rusia, Alemania y Francia, Liaodong fue devuelta. En 1904, guerra con Rusia para lograr el control de Corea; conquista de ésta en 1910, etc ¡Y aún no habíamos ni llegado a la Primera Guerra Mundial...!

Con el cambio producido a través de Meiji se produjo un factor fundamental para entender todo lo que venimos diciendo. Se estableció lo que se ha venido llamando el sintoísmo de estadosin el cual probablemente no se habría podido llegar a la situación a la que se llegó. Intentemos entender esto. Durante los cientos de años de shogunato -más de 700-, la opinión o posición que mantuviera el pueblo llano importaba poco menos que nada. Las decisiones eran tomadas por la casta samurái, y los campesinos debían obedecer sin rechistar. En Meiji esa situación había cambiado, y al haber desaparecido -oficialmente- el sistema de clases, había que aleccionar al pueblo japonés de que debían seguir comportándose como habían hecho siempre, es decir, obedecer sin rechistar. La figura del emperador hasta entonces era casi mítica. Jamás se mostraba en público, vivía encerrado en su palacio en Kyoto y nadie sabía quién o cómo era. El shinto era más seguido por los samuráis, y recordemos que, según él, el emperador era descendiente directo de los dioses, y una divinidad en sí misma. Sin embargo las clases bajas eran más budistas, y el budismo tiene una visión muy diferente sobre el ser humano. Ahora se necesitaba que esa clase baja sintiera el fervor patriótico necesario para hacer lo que los aristócratas en el poder querían que hicieran. Así, Meiji es el primer emperador que sale del biombo. Mueve su residencia a la capital, Edo, que a partir de entonces se llamaría Tokyo, se hace fotos, se promulga en público. Por primera vez en su historia el pueblo japonés ve a su emperador. Y ojo, que su emperador es directamente descendiente de la diosa del sol. -¡Poco más!- Hay que hacer que el japonés medio sea bien consciente de este hecho. Así que se decide convertir el sintoísmo en la religión oficial del estado. Los templos budistas se convierten en centros de reeducación, y la labor de lavado de cerebro comienza convenientemente. ¿Por qué todo esto? Bien, el budismo es una religión extranjera, que además llega a Japón a través de los países que se pretenden conquistar; el shinto, por el contrario es oriunda del Yamato, y por tanto mucho mejor para ensalzar el nacionalismo. A través del shinto se llega muy fácilmente a los dos conceptos que se pretenden inculcar: la divinidad del emperador, a quien hay que obedecer ciegamente, sin importar cuánto sacrificio haya que hacer en ello, y la identidad nacional japonesa, como una raza divina y superior a todas las demás. El asentamiento,  a unos niveles de profundidad que nos resultan inverosímiles a los occidentales, de estas ideas es lo que justificaba, desde que cuando cometieran las atrocidades que se cometieron sobre, entre otros, chinos y coreanos, estuviera justificado por los japoneses con la respuesta común de que ni si quiera los veían como humanos; al hecho de que se suicidaran masivamente sin rechistar cuando su emperador se lo ordenaba. Obedece; tú eres superior; odia al que no sea como tú. Una serie de preceptos y una actuación estatal que recuerdan tremendamente al Gleichschaltung alemán.

pcs
Monjes solicitando a los kamis del PC que les libren del spyware traído por los bárbaros.


Japón, desde el primer momento en que tuvo la posibilidad tecnológica y militar, comenzó guerras en invasiones en toda Asia, para ganar territorios que consideraban que les pertenecían por derecho divino. Las primeras victorias militares sobre China y Rusia aposentaron firmemente las convicciones de que eran una raza superior. En cuanto se pudo, se volvió a una posición de grave dificultad diplomática con las potencias occidentales. Si adoptó una posición anti-germana en la Primera Guerra Mundial fue exclusivamente para anexionarse sus territorios en Asia. En el escenario del siguiente conflicto mundial fueron aliados, no sólo por la similitud ideológica -aunque ni los japoneses pensaban que los alemanes fueran una raza superior, ni lo hacían los germanos de los nipones-, sino, de un modo más práctico, por la conveniencia que le suponía el que Alemania mantuviera a Rusia apartada de su expansión por el sudeste asiático. No queremos ser tan inocentes como para olvidarnos que muchos de esos elementos eran comunes con el período del colonialismo europeo, y que las potencias occidentales no actuaban por razones distintas que las de su propio interés, pero hay substanciales y profundas diferencias entre el comportamiento colonial japonés y el occidental, y sobre todo, hay un abismo entre el aprendizaje de las lecciones históricas por partes de unos y de otros. Donde podemos encontrar mayores similitudes, tanto ideológicas como de comportamiento, es en el nazismo alemán, e incluso así, finalmente Alemania encontró aliados naturales, a diferencia de Japón, para quien es lógico que todas las naciones, por definición, hayan de ser sometidas a un pueblo que se siente elegido y superior. Finalmente, y como decíamos antes, Alemania ha aprendido de sus errores; Japón, lejos de ello, los ha maquillado, a través de una guerra económica y de un supuesto pacifismo. Hace muchos años que tengo claro que si volvieran a armar a Japón, tardarían muy poco en montarla de nuevo.

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Alegoría a  la alegría de la juventud nipona.



Es importante destacar el curioso comportamiento que tuvo la población, tanto civil como militar,  japonesa cuando empezaron a pintárseles las cosas mal en la  Segunda Guerra Mundial. Parte de esto se puede observar en la notable Cartas desde Iwo Jima, de Clint Eastwood. Cuando los americanos empezaron a poner pies en suelo japonés, los suicidios en masa empezaron a estar a la orden del día. Vale, lo de suicidio en masa va muy bien con japonés, y lo hemos visto muchas veces en la historia. Pero aquí no estamos hablando del suicidio ritual nipón -seppuku-, ni de suicidios por honor... ni siquiera de suicidios efectivos. Hay numerosos testimonios americanos declarando que veían líneas de mujeres "haciendo cola" en los acantilados -tan ordenaditos hasta para matarse-, para despeñarse por ellos. Por desgracia, no todas lo lograban, y se oían los lamentos y estertores de las que habían fallado, y permanecían vivas -y rotas- en las piedras del fondo. Otros, tanto hombres como mujeres, en grupos de 9-10 personas, se abrazaban en torno a una granada de mano, para morir por su explosión. No hay que saber mucho del tema militar para comprender que tales armas no tienen potencia como para matar instantáneamente a tantos, de tal modo que 3 ó 4 morían, y el resto quedaban desmembrados, gritando de dolor. Estos comportamientos suicidas -a menudo los soldados se mataban antes de entablar combate real-, cara a la población civil, venían fomentados por las autoridades gubernamentales. Se estableció una orden de cometer suicidio (jiketsu meirei)

During these battles, horrendous “mass suicide” (shudan jiketsu) of citizens occurred on Keruma, Zamami and Tokashiki Islands. This means that the inhabitants were forced to commit suicide by the coercion (kyosei) and inducement (yudo) of the Japanese military. But, the military leaders of the island now claim that “there was no military order. They chose death with lofty self-sacrifice spirit.”

"Durante aquellas batallas, se produjeron horrendos "suicidios en masa" (shudan jiketsu) de ciudadanos en las islas Keruma, Zamami y Tokashiki. Esto significa que los habitantes fueron forzados a cometer suicidio por la coacción (kyosei) e inducción (yudo) del ejército japonés. Sin embargo, los líderes militares de la isla (Okinawa) ahora declaran que "no hubo tal orden militar. (...) Eligieron la muerte con un elevado espíritu de autosacrificio."



kamikaze
kamikazes, ¿gente con gónadas de acero, o gente a la que no le quedaba más remedio que obedecer?
Desde el año 2007, y a pesar de las multitudinarias protestas de los nativos de las islas, un nuevo tijeretazo ha borrado de los libros de texto japoneses todo comentario sobre los suicidios -ordenados o no- en la batalla de Okinawa. Mientras, en Tokyo, para cuando la invasión se produjera, a las mujeres, se les recomendaba  morir -a ser posible habiendo matado antes a un americano-. Pero no se les animaba a sobrevivir, o a mantener una lucha. ¿Pero por qué? ¿Por qué este comportamiento suicida? Muy simple: porque se les había dicho que los extranjeros eran demonios. Demonios que iban a violar a las mujeres, a comerse a sus hijos. Demonios incapaces de sentir ninguna piedad. Curiosamente los mismos demonios que chinos y coreanos debían pensar que habían invadido sus países.

Muchos japoneses se sorprendieron, al final de la guerra, al comprobar que los americanos no eran así. Con todos sus defectos, el trato que profesaron a la población fue, en líneas generales, magnánimo. Curiosamente, los únicos japoneses que se han acercado motu propio a hablar conmigo cuando vivía allí han sido ancianos que vivieron la guerra. Gente que aprendió algo de inglés en las bases, y que tenían muchas historias que contar. En apariencia resulta sorprendente que los más amigables sean los que perdieron ante los extranjeros -en cambio no hay mayor odio que el de los que yo llamo los niños de la guerra, los japoneses de 50-70 años-.  Por supuesto, nadie hace caso a estos ancianos -ellos perdieron, y la guerra es un tema tabú en Japón-, y sin embargo han sido testigos únicos de cosas que los demás no nos podemos ni imaginar. La razón de esta contradicción, sin embargo, es simple: ellos sí conocieron y trataron con extranjeros. Su visión es radicalmente distinta de la de los demás, que sólo han oído y piensan lo que el sistema les ha contado.

(continúa en el siguiente artículo)




40 comentarios:

  1. Conocía el tema del aislamiento y el racismo muy por encima, y todo lo de sentirse superiores y elegidos por los dioses. Me ha encantado leer de todo esto un poco más en profundidad. Interesantísimo artículo.

    Espero con ganas el segundo ;)

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    1. Me alegro de que te haya gustado... Permanece en sintonía, creo que los próximos te van a interesar aún más...

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  2. Me ha encantado, tengo que releerlo. Entre tantas cosas que me han sorprendido, jamás imaginé la intención que puede haber detrás de esa Villa Olímpica.
    Yo también espero con mucho interés la continuación de la "saga" :)

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    1. No hay certeza sobre ello... es sólo una sospecha más o menos "fundada" que tenemos algunos. Cuando leas el próximo, entenderás mejor el porqué. Gracias, como siempre, por seguirnos!

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  3. Por partes: lo de los mapas, siento la corrección, es como cada imperio ha visto el mundo (nosotros lo vemos con Europa en el centro por esa razón: lo mismo sucede con los rusos)...

    Muchas cosas que dices (los JJOO) son también aplicables a otros países (USA o Rusia, con la diferencia de que estos tienen deportistas de alto nivel en cada categoría)... Tu pregúntale a un yankee acerca del mundo exterior y verás que guasa...

    Las naciones isleñas son así: ahora que trabajo con ingleses y japoneses puedo entender porqué a los segundos les gustan los primeros (al menos en apariencia).

    En mi compañía nos han contado lo del curso de "reciclaje" que dan a los japoneses que han trabajado fuera de Japón (normal: el choque cultural que sufren al volver debe de ser de escándalo)...

    Pero también lo he visto al revés: he visto a un holandés con una morriña de Japón digna de uno de Lugo en Cabo de Buena Esperanza... De todo hay...

    Todos los países tienen vergüenzas (Austria nunca pidió perdón después de la Guerra, a pesar de ser los primeros que se unieron al Reich, que no conquistados)... Háblale a un turco del genocidio en Armenia y verás que divertido (o Israel y Palestina)... La historia de Japón es efectivamente un ejercicio donde el país hace lo imposible por hacer olvidar sus vergüenzas... Y finalmente, tu pregúntale a un español (no madrileño, o quizás también) que pasó el dos de mayo de 1808 o Dile a uno de la ESO que pasó aquí en el 36 y verás (o mejor, como hizo la tele hace unos años: vete a la Universidad y échate a llorar)...

    Sobre todo lo demás: articulazo de puta madre y espero la segunda parte (publicaste por error parte de la primera hace tiempo y mi RSS lo pilló ;-))

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  4. Querido Pacote. Lo primero, y como siempre, darte las gracias por tu fidelidad a este blog.

    Respecto a lo que me comentas, bueno, probablemente no has leído bien el tema, pero explico que la razón por la que aparece Europa en el centro es por la posición del meridiano de Greenwich, y es por esto que en los mapas de todos los países del mundo (salvo ya sabes cual), Europa sale centrada.

    Por otra parte, que en USA no sepan mucho del mundo exterior, no impide que no puedas ver cualquier deporte durante las Olimpiadas. Aquí hablamos de 24 horas de, exclusivamente judo y natación sincronizada. No he estado en USA ni en Rusia, pero por lo que yo he viajado,y por lo que me han comentado gente de otros muchos países -siempre compruebo este dato- en ningún sitio más pasa esto.

    Estoy de acuerdo en lo de las naciones isleñas, pero más allá de ciertas características comunes, hay una considerable diferencia entre Inglaterra y Japón. Y si no, mira la inmigración que hay en la primera y en la segunda. Y en las leyes (ver post nº2)

    La reeducación, más que reciclaje, es algo comprensible más que algo defendible. No obstante, posteriormente menciono estos temas, y te darás cuenta de en qué términos estamos hablando.

    No me extraña nada el caso del holandés que me comentas. Yo mismo, durante varios años deseé volver fervientemente. Empiezo diciendo que, aunque no lo parezca, amo el país profundamente; y tú por encima de la mayoría, sabes que esto es cierto. ;)

    Ya sabes lo que dicen de Austria: que ha conseguido hacer suyo un compositor alemán (Beethoven), y ha conseguido hacer alemán un dictador suyo (Hitler). Pero aquí no estamos hablando de callarse -que lo hacen, y mucho- sino de sentirse orgullosos de lo que hicieron, que es tema harto diferente. Con respecto a lo de las fechas, estoy de acuerdo en que la educación aquí está cayendo considerablemente, no obstante, créeme que el porcentaje de gente que sabe lo que pasó en España en 1808 o en 1936 es abrumadoramente más alto que los que saben en Japón lo que pasó en 6-8-1945. Y reconocerás que una insurrección ciudadana o que te desaparezca, digamos, Sevilla porque te tiren una bomba atómica, son hechos de una magnitud muy desproporcionada...

    En cualquier caso, una vez más, gracias por seguir aquí, tochazo tras tochazo. Y espérate, que el próximo viene para YA.

    Un abrazo, Jota.

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  5. Buenas,

    Lo de los mapas, ya te digo, es una concepción supremacista de los europeos y sus diferentes cartógrafos (holandeses, como Mercator, el cual crea el modelo actual).

    El meridiano de Greenwich está donde está porque los ingleses aplicaron la división del mundo desde su óptica y nosotros lo compramos (como Japón mide los años en reinados de emperadores, los europeos desde el nacimiento de Cristo y los musulmanes desde la Hégira de Mahoma) o nosotros usamos el Central European Time (GMT + 1) y no GMT como las Canarias porque Franco quería usar el mismo uso horario que Hitler.

    Sobre los JJOO, te insisto: a los yankees se la pela lo que no tenga su representación... Pero no somos mejores: habiendo visitado Rusia por motivos de trabajo en varias ocasiones, uno debe ser sus noticiarios para entender que el mundo es más que Europa occidental y USA: ellos miran a Asia Central y Oriental en modos que los arriba citados ignoran...

    Rusia ha vuelto a honorar a Stalin y su legado (Stalin: un psicópata que, una vez muerto, eso sí, fue denostado por el mismo régimen soviético que el gobernó, en el famoso discurso de khrushchev denunciando el culto a la personalidad)...

    Los americanos celebran Vietnam olvidando las matanzas de civiles y el uso de armas químicas como el líquido naranja (y si quieres hablamos de colonialismo en África y América)...

    Entiendo que los japoneses tienen un carácter insular y supremacista que está claro que está ahí (sucede de igual modo en Inglaterra y en Australia, aunque obviamente Japón tiene peculiaridades históricas que explican su presente).

    Pero ya digo: deseando leer la segunda parte :-)

    Un abrazo.

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    1. Hombre, Paquito, si nos remontamos a los "hemos inventado lo de los paralelos y los meridianos, y por eso ponemos que que el cero pase por nuestro pueblo", sí es verdad. En cualquier caso, lo curioso es que todos los países lo siguen y lo mantienen, salvo la excepción ya conocida.

      Por lo demás, aquí dejo de entenderte, qué tienen que ver Hitler, Franco, Stalin y Vietnam con todo esto?

      Ojo, que yo no estoy diciendo que los demás países seamos perlas y que Japón sea "el mal", pero lo que sí estoy diciendo es que esa imagen que mantienen de país de gente educada, encantadora y afable con los extranjeros, tiene bastante poco que ver con la realidad. Por otra parte, insisto, ni Inglaterra ni Australia tienen nada que ver con el comportamiento de Japón.

      Creo que el segundo artículo reforzará este punto! ;)

      Abrazo!!!

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  6. Igor, muchísimas gracias por este magnífico trabajo. Ya era hora de que alguien contara estas cosas. No se puede seguir permitiendo que los japoneses nos engañen haciéndonos creer que son el colmo de la bondad, el pacifismo y la adoración de todo lo occidental.
    Tras pasar varios años viviendo en Japón, puedo confirmar que el odio al extranjero, al no japonés, al que no asume al cien por cien la doctrina de la superioridad nipona, es latente, constante y contundente.

    Hablando de la II Guerra Mundial, de la invasión de China y de la Masacre de Nanking (con mayúscula por ser un evento histórico incontestable), he echado de menos alguna mención al Escuadrón 731. Seguro que lo conoces, pero probablemente hayas decidido obviarlo para no provocar el vómito en tus lectores. El que tenga interés, y estómago, que lea el detallado artículo de Wikipedia.

    Espero con ansia el siguiente artículo.

    Pablo

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    1. Hola, Pablo!!

      Muchísimas gracias por seguir nuestro blog y me encanta que te haya gustado. Por lo que veo, vives, o has vivido, en el país, con lo que estoy seguro de que me entiendes en muchas de las cosas que digo.

      Efectivamente, como remarcas, lo de la Masacre con mayúsculas, es un hecho terrorífico, y una mínima inmersión en lo que pasó, hiela la sangre al más pintado. Como dices, sí que conocía lo del escuadrón 731 y sus barrabasadas, pero no he querido profundizar demasiado en el morbo del suceso, primero, por no afectar a la gente más impresionable, y segundo, por no centrarme demasiado en un hecho concreto, frente al transcurrir general de la historia. Lo de Nankín (sigo usando su castellanización), es digno de un post en sí mismo.

      Esperamos verte por aquí en el próximo, y te agradecemos tu ánimo para comentar.

      Un saludo,
      Igor.

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  7. Hola! Muy bueno el artículo. Muy interesante!
    Yo llevo en Tokyo más de 11 años y puedo identificar ese nacionalismo y a veces ridículo orgullo japonés, así como el racismo y demás.

    Es posible que la mayoría de japoneses sean fachas, y que los fachas además gobiernan y cambian la educación como les conviene. Pero bueno, yo creo que aproximadamente el 50% de los españoles son fachas (según resultados de elecciones), y que nos gobiernan fachas, y que los fachas hacen lo que les sale por el forro en educación, en televisión, y donde puedan. Y aunque sean menos que en Japón, son más "urusai", arman más follón.

    Yo vivo en Azabujuban, y como está lleno de embajadas, de vez en cuando se pasean por aquí los "uyoku" (extrema derecha) con las furgonetas con altavoces a todo trapo... Pero a parte de eso, en Japón se vive tranquilo, y quizá a la mayoría de japoneses no les interesa la política y no creo que se sientan identificados. En mis círculos, tampoco he conocido a nadie al que le guste el emperador, aunque evidentemente si vas al palacio imperial un 23 de diciembre, pues verás a muchas gente con las banderitas gritando "banzai" (yo también he estado, aunque no gritaba banzai :P ). Pero los que hayan hecho la mili en España han tenido que besar la bandera también (a riesgo de coger un herpes!) Y volviendo a hacer comparaciones con España, por lo menos el emperador intenta vivir discretamente y no armar escándalos. No me lo imagino matando elefantes en África. Y el rey no será descendiente de dios, pero es descendiente de Borbón, y ya por eso tiene un derecho de estar ahí sin ser elegido en democracia.

    Acerca del shintoismo y budismo, yo creo que muchos no saben la diferencia. Por lo menos mi pareja no se aclara cuando le pregunto. Ahí se va a hacer omikuji y ya está :P

    Hay gente maja que al final te decepciona cuando les ves la ramalera facha y/o racista, sí, pero me dan más miedo las ramaleras fachas/religiosas de otros países. He conocido gente super maja de Irán, por ejemplo, pero cuando ha salido el tema religioso, mejor esconderse...

    Total, que en Japón se vive bien, y que tiene sus pegas como todos lo países. Lo importante es relacionarse con un círculo de personas que valgan la pena, estés en el país que estés.

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    1. Hola, Cotaku!
      Muchas gracias por visitar nuestra página y animarte a comentar! Entiendo la comparación que haces entre "fachas" de Japón, y de España, pero creo que estás malinterpretando el motivo del post. Lo primero, como digo al principio, yo también amo ese país, y no es mi intención simplemente atacarlo. La razón de escribir estos posts es la de mostrar una serie de facetas sobre un país que la gente, al menos por aquí, tiene tremendamente mitificado y sobre el que reina un desconocimiento sobre su realidad importante, en parte por el hermetismo que tú y yo conocemos, y del que hacen gala. Más que decir "es el peor sitio del mundo", lo que sería una chorrada, lo que intento decir es "es tan mal sitio como otro cualquiera".

      Por otra parte, cierto es, se vive tranquilo... si se consigue vivir allí, que ya lo ponen bien difícil (leer el post nº2, de inmediatísima aparición). Es un país maravilloso, con magia, una naturaleza increíble, una calidad de vida extraordinaria, gastronomía, etc. Sólo hay el problema de que no quieren que estés. Y eso hay que saberlo antes de apostar para irte a vivir allí.

      Los ultranacionalistas no son el problema. Si sólo fueran ellos sería un mal muy menor. El problema es que hay un sentimiento GENERALIZADO entre toda la población. Silencioso y no violento, pero presente y activo y es lo que intento mostrar. Por otro lado, España, con todos sus defectos, es precisamente un ejemplo de lo contrario, y no sólo ha abierto sus puertas de par en par -quizás incluso en exceso-, sino que el comportamiento y la convivencia con los inmigrantes en España es ejemplar. Y no nos olvidemos que los años que estuvieron los "fachas" en los finales de los 90, fueron el momento de mayor entrada de extranjeros en el país. Los capullos que pueda haber en todo el panorama de nuestra política son independientes del comportamiento nacional sobre la aceptación de recursos humanos del exterior, y por supuesto, no tienen nada que ver con el trato diario, en la calle, de la enormísima mayoría de los españoles, que es excepcional. No perfecto, por desgracia, pero no hay más que compararlo con lo que sucede en otros países, y veremos que sí es ejemplar.

      Lo del budismo-shinto, estoy de acuerdo. Esto no deja de ser una revisión histórica, y no todo se mantiene como hace 150 años.

      En fin, que te doy la razón, que en Japón se vive bien, pero que en ningún momento pretendí decir lo contrario... ;)

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    2. "El problema es que hay un sentimiento GENERALIZADO entre toda la población. Silencioso y no violento, pero presente y activo y es lo que intento mostrar. Por otro lado, España, con todos sus defectos, es precisamente un ejemplo de lo contrario."

      Aquí tengo que estar en desacuerdo. Puede ser que tu hipótesis sea cierta, pero parece que se inicia en anécdotas y lo intentas generalizar con cosas que no creo que tengan mucho que ver, como el mapamundi (véase mi comentario de abajo). Si lo que sirven son las anécdotas, como lo de los comentarios de la familia de la que hablas, yo tengo que decir que en España la gente es racista y homófoba, y en el único país del mundo que me han insultado gratuitamente por la calle, así de repente paseando, ha sido en España. No lo veo un ejemplo de lo contrario. En todo caso de lo contrario de "silencioso".

      Y por si fuera poco, en España no sólo te insultan por motivos racistas, sino por cualquier tontería como vestir raro, o por ser catalán o vasco! A mi primo de Bilbao la policía lo detuvo en el tren cuando venía a vernos por ser vasco, no vaya a ser que pusiera una bomba en el tren! Y sé de algún capullo en Madrid que se pone a decir todo tipo de pestes por oirte hablar en catalán con tu madre por teléfono! En Japón nunca de la vida nadie me ha dicho nada por hablar en castellano, catalán, inglés, kansai-ben, o lo que me salga del forro. Más bien al contrario, se acercan con curiosidad y te preguntan acerca de tu idioma.

      España ejemplar... Jejejej

      Me parece bien que intentes desmitificar y decir que no todo es así. Hasta ahí todo bien. Pero que intentes generalizar, y además usando falacias, me parece mal para el pobre japonés medio que a lo mejor no encaja en el perfil que quieres dar.

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    3. Vamos, a ver, si te parece que lo que pongo en el post está todo basado en comentarios y anécdotas, es que, lo siento, no sabes mucho de historia de Japón. Te invito a que leas un poco sobre el tema y que demuestres la falsedad de algo de lo que estoy diciendo.

      Ignoro la razón por la que alguien te ha insultado por la calle en España, pero dado que eres español, por lo que te puedo garantizar que no es, es por xenofobia; lo mismo que me cuentas del catalán y de tu primo de Bilbao. Que aquí estamos hablando de otra cosa, y además, yo no estoy diciendo que España sea un paraíso donde todo va bien.

      Y España, en su comportamiento con los extranjeros, es ejemplar. Que resulta que en algunas cosas, lo es. Y si no, mírate los noticiarios y los problemas que hay en Francia, Alemania, etc.

      Y lo siento, lo de las falacias no te lo consiento. No sólo estás demostrando lo que digo al principio sobre las reacciones que la gente tiene cuando se toca este tema, sino que no estás demostrando absolutamente nada para hacer tal acusación. Y el argumento de autoridad de que lleves once años allí, lo siento, pero no es suficiente, a lo mejor te faltan otros tantos para darte cuenta de las cosas. Demuéstrame que lo que digo es mentira o no me acuses de que lo que digo son falacias sin dar pruebas de lo contrario.

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    4. Ostras, parece que el sensible con el tema eres tú. No hace falta que te pongas a atacar! Respondo por última vez porque no me gusta que pongas en mi boca cosas que no he dicho.

      1. No he dicho en ningún momento que lo que digas es mentira. Es más, te he felicitado por el artículo y te he dicho que yo también siento eso en el algunos puntos. He dicho que eran falacias porque el tema de los mapas y lo de los padres de tu novia a mi me parecen anécdotas (no mentiras) con las cuales no se puede llegar a conclusiones generalizadas.

      2. No he usado lo de vivir como argumente para demostrar nada. Sólo para decirte que yo también tengo anécdotas, y que precisamente algunas concuerdan con la linea del artículo. Pero yo no me atrevería a generalizar por las mismas.

      3. Estás asumiendo que no veo las noticias y no me entero de nada. Quizá es que nos fijamos en cosas distintas cuando miramos las noticias.

      Lo dejo aquí porque veo que el tema te calienta. Lo siento si te he hecho sentir mal.

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    5. Querido Cotaku:

      Gracias sinceramente por tu actitud conciliadora, la agradezco de veras, porque me encanta debatir tomándome una cerveza con los amigos, pero odio discutir por internet. Reconozco que al leer lo de las falacias y la manipulación, me calenté, pero tienes que entender que las horas de investigación invertidas en la elaboración de estos artículos es muy grande, y pese a que no espero que todo el mundo esté de acuerdo con lo que digo, ni mucho menos, y animo al debate de lo que no se está, puedes creerme si te digo que ni hay intención de mentir ni de manipular en lo que cuento. Es más, más allá de cosas que me hayan pasado a mí, en las anécdotas que han vivido otras personas -el siguiente artículo está lleno de experiencias de algunos que hemos vivido o viven allí-, tengo el cuidado extremo de sólo poner las de las personas que tengo el 100% de seguridad de que son verídicas, y lo que no son anécdotas -como la enorme mayoría de lo que pongo en este artículo-, añado enlaces y lo documento en la medida de lo posible. Por ponerte un ejemplo, hace un rato he quitado un dato del siguiente artículo porque es algo que vi con un amigo en una revista hace un tiempo, cuando vivía allí, y hoy, chateando, hemos visto que yo recuerdo una cifra del 80%, y él del 70%. Ante la imposibilidad de encontrar la fuente original, y con dos percepciones distintas del dato, por muy bien que me sirviera para ejemplificar algo, no lo uso, por clara intención de ni manipular, ni de contar falacias. Pero esto no lo puedes saber de mí, porque nos acabamos de conocer cibernéticamente, de ahí que agradezco especialmente tu último comentario.

      Por otra parte, eso no significa que estés de acuerdo con lo que digo, e, insisto, por eso está esta sección de comentarios abierta, y fomento que discutas aquello en lo que estés en desacuerdo -siempre he tenido la idea de no enunciar ni escribir nada que no pueda defender-, pero reconozco que he reaccionado mal, y te pido perdón. También estoy seguro de que pensamos más en común de lo que nos creemos, y que lo veríamos con unas cañitas, pero es parte del peligro que tiene internet.

      Me gustaría, para terminar el tema, que entendieras que tanto lo de los padres de mi novia, como lo de los mapas, no son más que dos meros detalles dentro de lo que estoy contando. Independientemente del hecho de que, me dijeran lo que me dijeran, yo vi en la tele lo que vi -y si llevas 11 años allí habrás visto un par de olimpiadas y sabrás lo que te digo-; y de que los mapas que hay en un colegio japonés, pongan hoyos de golf, o tipos de flores en cada país, son diferentes que los que hay en el resto del mundo. A lo que voy es que es un país en el que se vive un feroz rechazo a lo extranjero, más de lo que haya visto en ningún otro sitio, y una homogeneidad en la manera de pensar de los ciudadanos -esto se verá en el 4º post, el de la educación- que les lleva a negar ciertas realidades y a justificar ciertas actitudes que son injustificables. Por desgracia esto no tiene que ver con el hecho de que los japoneses sean "malos" -todo lo contrario-, sino con el hecho de que el país es, como bien sabes, una enorme maquinaria hecha para hacer que sus habitantes salgan del colegio pensando todos de la misma manera. En esto, no puedo estar más de acuerdo con el otro contertulio, Pablo Ruiz. El punto de que nosotros hablemos públicamente de algo malo de nuestro país, es, en sí un hecho increíblemente diferenciador de España con Japón. Te animo a que pruebes a ver si logras que un japonés diga algo malo de Japón. Ni de las ballenas, ni de la pena de muerte, ni de absolutamente nada.

      En fin, una vez más, gracias, perdona por mi calentón, y por favor, sigue con nosotros y comentando lo que quieras.

      Un abrazo,
      Igor.

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    6. Hola Cotaku. Soy el otro escritor del blog. Gracias por leer y comentar. Me parece estupendo que des el contrapunto y otro enfoque. Así se matiza mejor el artículo y los que lleguen a leerlo pueden tener una perspectiva más completa, Así como con los comentarios de Pablo y otros habitantes de Japón, que ayudan a esto mismo.

      Entiendo tu postura cuando dices lo de las anécdotas: Las vivencias de una persona y otra pueden diferir. Para ahondar en el tema, ya has visto que en el segundo artículo hay más cifras, casos generales y también vivencias.

      Me ha parecido muy interesante el debate en general, incluyendo los detalles que aportas.

      Te agradezco también la actitud conciliadora y te exhorto a que nos des también tu visión de la tercera parte cuando se publique. :)

      ¡Un Saludo!

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  8. Por cierto, el tema de los mapas es curioso, pero dudo que sirva para demostrar nada. Es un poco intentar manipular la opinión de la gente que no tiene ni idea de Japón. La gente llega a tu blog y, como no tienen medios para contrastar, se cree la información a media que das. ¿No lo podrías arreglar un poco?

    Varios puntos acerca de los mapas:

    1. Poner a tu país en el centro del mapamundi era regla general en todas partes. El Meridiano de Greenwich se decidió en 1884 y para entonces la mayoría de países ya tenían hechos sus mapas. Ejemplo de mapamundi centrado en America:

    http://www.maps.com/map.aspx?pid=1997

    2. Vietnam era colonia francesa, así que sus mapas empezaron centrados en Europa. Después de decidir el estándar centrado en Greenwich, tampoco hubiera tenido sentido cambiarlo.

    3. Los mapas japoneses no hablan de golf. Has cogido un mapa de torneos de golf, pero lo pones como si fuera un mapa que aparece en los libros de texto! Es un poco sacarse argumentos de la manga... Es como mirar este mapamundi de Australia, y decir que los australianos piensan al revés...

    http://flourish.org/upsidedownmap/hobodyer-large.jpg

    Pero bueno, donde colocar el centro del mapa es una arbitrariedad como elegir el año 1, que centrar el tiempo en el nacimiento de Jesús, y hacer pasar por el aro a todas las culturas es un poco fuerte también. Por eso imagino que en Japón se puede seguir contando los años por las eras de los emperadores, pero no por contar los años así los japoneses de hoy en día adoran al emperador, lo mismo que un español no tiene por qué adorar a Jesús por usar el calendario gregoriano. Para muchos, insisto, es una cosa totalmente arbitraria, pero ya puestos a contar, mejor contar con números que nos quepan en la cabeza. Empezar a contar los años desde el Big Bang sería poco práctico! Jeje. Poner a tú país en el centro sería lo más práctico en una época en la que no había aviones para ir de aquí para allá tan fácilmente. Lo que le interesaba a la mayoría de la gente era su país y ya está. Ahora por suerte viajamos más, y además tenemos Google Maps, que por cierto, está centrado siempre en tu posición actual, ahí en el centro de tu ombligo! Sería poco práctico que cada vez que abrieras Google Maps apareciera centrado en Greenwich ;P

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    1. Hombre, difiero en lo de que no sirva para demostrar nada. En mi opinión, sirve para demostrar directamente el punto que quiero mostrar, que es el "nipocentrismo" -palabreja que me acabo de inventar-, exacerbado que tienen. No hay intención de manipular en ningún punto de mi blog, al contrario de lo que sucede en otros sitios. La información está ahí. Documento fuentes, pongo enlaces y dejo los comentarios abiertos para que quien me demuestre que lo que estoy poniendo es falso, tenga la oportunidad de mostrarlo. Si tú me demuestras que a)en Japón los mapas no tienen a su isla en el centro o b)los demás países se muestran en el centro en sus mapas, entonces yo voy, pido perdón por los datos mal puestos y los corrijo. De hecho, el único país que en ALGUNOS mapas hace lo mismo, es China, y los motivos en ambos son básicamente el mismo, lo que no contradice en absoluto lo que estoy diciendo.

      A ver, te comento lo mismo que a otro lector. Me parece muy bien que en el pasado las cosas fueran distintas. En el pasado medíamos las cosas en codos, fanegas y celemines, hasta que se inventa el sistema métrico decimal, y resulta que se estandariza; básicamente porque es más simple y efectivo, y porque permite a dos países colaborar en cualquier cosa sin necesidad de sacar un ábaco y ponerse a calcular. Por supuesto se estandariza en todo el mundo salvo en Inglaterra (otros que...) y aledaños. En USA se utilizan ambos. Unos por su pasado de colonia inglesa, y otros precisamente para poder comunicarse con estándares comunes. Lo efectivo prima.

      De tal manera, desde hace muuuucho tiempo, los mapamundis están estandarizados porque el planeta es el mismo, estés en el país que estés, porque es mucho más rápido buscar la información si está en todos los sitios de la misma manera, porque se corta precisamente donde no hay países, y porque, quieras que no, los han hecho los países que han tenido las gónadas de jugarse el pellejo explorando el planeta para hacerlos. Que si dependemos de lo que los japoneses han explorado, el mapa se nos acaba en Saitama.

      Claro que no todos los mapas japoneses hablan de golf! De hecho pongo dos, y sólo en uno se habla de golf! ;) Pero es el único que encontré suficientemente grande y en el que se viera bien. Lo del golf es una broma, que hago muchas. Pero esencialmente es exactamente igual que los que hay en los colegios nipones, y el punto que quería resaltar es totalmente independiente de la información "añadida" en el mapa.

      Arbitrario o no el dónde empezar los mapas (insisto que si te curras las cosas y las inventas, no me parece arbitrario que lo pongas en tu país, como no me parece arbitrario que el nombre de la mayoría de los inventos estén en inglés porque los que los inventan son angloparlantes), lo cierto es que está estandarizado en todo el mundo!! Y tooodos los países lo hacen así. Por lo demás, lo de medir el tiempo por los emperadores, y tal, no lo comento porque me parece hasta normal. Al final nosotros medimos el tiempo por lo que decidieron unos obispos en el s.IV sobre la fecha de cuándo había nacido un carpintero del que no hay demasiada constancia histórica. ¿Cómo voy a criticar que ellos lo hagan con su emperador? Es como criticar a los chinos porque su año nuevo sea distinto del nuestro. No pasa nada mientras que los de la NASA les digan a los de la Agencia Espacial Japonesa que la nave sale en el 2015, y los otros entiendan que eso corresponde a Heisei 25.

      En fin, que muchas gracias por leernos y escribirnos, y espero que sigas visitándonos para ver los futuros artículos!!

      Un abrazo,

      Igor Yglesias-Palomar.

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    2. Si buscas mapamundi en japonés en Google salen mapas centrados en el pacífico, no en el palacio imperial, https://www.google.com/search?q=世界地図
      Creo que ese mapa también es estándar.
      Lo mismo que unos países usamos el sistema métrico internacional, y otros anglosajones se resisten y siguen contando en millas y en Farenheit.

      "Básicamente el mapa del mundo es una referencia de dónde pueden ir a jugar al golf... " -> Tal como está escrito no parece una broma si no lo dices. Y hace falta saber japonés para entender el mapa, así que cualquiera te pilla las bromas... ^^;

      No sé, yo no digo que no haya "patriotismo" ("niponcentrismo"?), orgullo patriótico, o lo que quieras, pero lo que intentas poner como "pruebas", no me parecen tal. Y encima que es algo casi universal de cualquier país.

      No sé si has visto la última película de Hayao Miyazaki, 風立ちぬ. Es de aviones y está ambientada en la 2a guerra mundial. Da a entender que la guerra fue un absurdo, y lo deja bien claro en sus comentarios, en los que dice también que le parece mal reformar la constitución (precisamente ahora en el programa de Ikegami Akira "Manaberu News" están debatiendo lo de reformar la constitución). Yo creo que si Miyazaki critica la guerra, la mayoría de japoneses pensarán lo mismo. Ghibli es guía de muchos! Por supuesto, los nacionalistas le han criticado: http://blog.foreignpolicy.com/posts/2013/07/23/japans_animator_laureate_squares_off_with_prime_minister_with_new_film

      "Me parece muy bien que en el pasado las cosas fueran distintas" -> pero es que precisamente sólo hablas de historia, y no das referencias a noticias recientes que puedan reflejar lo que piensan ahora los japoneses. Por ejemplo, seguir encuestas de lo que la gente piensa de la reforma de la constitución.

      Por cierto, este mes ha salido una revista japonesa que habla precisamente de la 2a guerra mundial y del Japón post 2a Guerra mundial, precisamente con la foto que pones de McArthur y el emperador en portada. Sería interesante leerla pero me da un poco de palo :P Si la lees, haz un resumen ;)

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    3. Querido Cotaku,
      En once años en Japón, y aunque pases aquí el resto de tu vida, jamás escucharás a un japonés decir que en su país hay racismo. Tú lo estás diciendo sobre España, que deduzco que es tu país, como lo dicen abiertamente muchos otros españoles, tengan o no razón.
      Ahí tienes una diferencia muy clarificadora entre el racismo y el "fachismo" en uno y otro país.
      Si sigues sin entender, te lo explico con más extensión.

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  9. Hola Cotaku,
    ¿Vives en Azabujuban? Yo también vivo en Tokio, por Kanda.
    Me parece increíble tu comparación del racismo en España y en Japón. Evidentemente, alguno de los dos países no lo conoces bien. Si llevas once años en Japón, creo que la observación social no debe de ser tu fuerte.
    Para empezar, decir que en este artículo se habla de "fachas" ya demuestra que no se ha entendido bien. Ese concepto es puramente español, y las connotaciones que lo acompañan no se pueden exportar a otros países, donde los comportamientos y pensamientos ultranacionalistas tienen matices muy diferentes. Especialmente en un país con una historia y una cultura tan distantes a España y su entorno europeo como es Japón.

    Como ya dije anteriormente, este artículo me parece muy interesante, y se nota que el autor está bien informado. Además, está abierto a recibir críticas, y las contesta con respeto y dedicación como hemos visto. Es una lástima que alguna de esas críticas sean tan faltas de sustento y basadas en un "en España hay más fachas" que no tiene nada que ver con lo que aquí se habla. Hagamos comentarios y críticas más maduros, reflexionados y constructivos, para no desanimar a Igor y que siga escribiendo la continuación que nos ha prometido.

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  10. Totalmente de acuerdo con Cotaku en cuanto al dislate de los mapas. Por añadir un par de puntos:

    1: Mapas chinos, basta con meter en imágenes de Google :
    世界地圖 site:*.cn

    para comprobar que el 95% están centrados en el Pacífico.
    Pero ya se sabe, China es el "Imperio del Centro", más nacionalista aún que Japón, etc.
    Pues hagamos otra prueba.
    Google Images y metemos "세계지도"

    Oh, sorpresa, los coreaons también ponen el Pacífico en el centro. Curioso que los tres países del Este de Asia que comparen una misma tradición cultural (budismo y caligrafía china traído de China a Japón por monjes coreanos) pongan el mapa igual.

    2.- Si lo "lógico" es centrar el mapa en el Meridiano cero (y eso es un estándar internacional), lo normal sería que el Ecuador fuera en el centro de la división horizontal. Sin embargo, tanto el supuesto mapa "estándar" inglés como el japonés presentados aquí lo tienen a un tercio del fondo. El inglés, para más disimulo, ni lo dibuja. Eso es lo habitual también en mapas españoles, aunque el mapa en español aquí mostrado tiene el ecuador en el centro (¿quizás es latinoamericano?).

    Curiosamente, esto no ocurre con la inmensa mayoría de los mapas que aparecen si buscamos mapas del mundo de páginas web australianas, poniendo en google:
    "world map" site:*.au

    En resumen, que casi todo el mundo barre para casa, y muy especialmente los europeos que manipulamos el mapa de mil maneras para ponernos en el centro y en mucho mayor tamaño del que corresponde (no voy a entrar en comparaciones de proyecciones Mercator vs. Peter etc. porque aburriría a las moscas).
    Por esa regla de tres, los europeos somos más nacionalistas y genocidas que los japoneses... Oh Wait.


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    1. Hola, On Top.

      Gracias por tu comentario.

      Veo que el tema de los mapas trae cola. Lamento haberlo puesto, no porque no crea que demuestra lo que digo, sino porque, por lo que veo, está distrayendo del verdadero cogollo del artículo, que por lo que se ve, todavía nadie ha negado.

      En el caso de China, que también busqué mapas, vi que había tantos que ponían a China en el centro como los que no. Corea, reconozco que no lo busqué, quise saltar a otro país fuera de esa tríada, pero una vez más, sabiendo cómo son, no veo en qué anula lo que se viene diciendo.

      El ecuador aparece en el centro horizontal de todos los mapas, no sé por qué dices que no. Claro que el ecuador del planeta no corresponde con la mitad del suelo emergido, cuya mayor parte está en el hemisferio norte. El mapa inglés no pone ecuador, ni paralelos, ni meridianos ni nada. Y no sé de dónde sacas que los españoles tampoco los solemos poner, porque yo toda la vida los he visto con su ecuador en el centro. Imagino que te estás refiriendo al ecuador geográfico y no al país Ecuador, que ya no sé.

      Con lo de los australianos, imagino que te refieres al hecho de que salgan dados la vuelta. Imagino que sabrás que eso es un movimiento político de protesta por la supuesta "predilección" que hay sobre el hemisferio norte, o mejor dicho, "discriminación" al hemisferio sur. Pero vamos, que esto es una manera de protestar, pero una amiga australiana me contó que es relativamente reciente, y que los mapas que manejan son los mismos que nosotros.

      Y no sé por qué insistís todos en que cada país barre para su casa. Hemos puesto los de cuatro países distintos y son todos exactamente iguales. Si queréis, seguimos buscando mapas, a ver quién gana.

      Y no, lo siento pero no hay ninguna regla de tres ahí que diga que los europeos somos más nacionalistas y genocidas que los japoneses. ¿Que se ha sido tanto como ellos? Sí, y con marcadas diferencias. ¿Que aún así se ha aprendido y se ha cambiado? También. De eso trata todo, de mejorar.

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  11. Muy interesante, muchas gracias por publicarlo. Espero que sigas escribiendo. Me interesa sobre todo cuando mencionas el escapismo.

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    1. Hola, Noemi!
      Muchas gracias por leernos y por comentar, así como por unirte a este blog, tanto desde aquí como por facebook. Me alegra mucho que te haya gustado el artículo. Espero que el segundo no te decepcione... ;)

      Un saludo,
      Igor

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  12. Muy interesante querido amigo... me ha atrapado la lectura!! Enhorabuena!

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    1. Alejandro! Cielo santo! Has leído uno de mis artículos!! :D
      Muchas gracias por visitarnos, y feliz de que te haya gustado!

      Un abrazo, compadre!! ;)

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  13. Acerca del tema de la 2a guerra mundial y la reciente polémica con Hayao Mizayaki y su nueva película, recomiendo este otro artículo también:
    Anime master Miyazaki's new film sounds a warning for Japan
    http://mobile.reuters.com/article/idUSBRE97507420130806?irpc=932

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    1. Muy bueno el artículo!
      Échale un vistazo a éste, a ver qué te parece:
      http://japanfocus.org/events/view/189

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  14. Hola Igor

    He llegado aquí a través de un enlace de Owen.

    No puedo sino felicitaros por el que quizás sea uno de los mejores blogs que haya leído en Internet. Habéis realizado un trabajo magnifico y podéis estar orgullosos. Tanto los artículos de japón como los de "cojonazos de leyenda" me han parecido buenísimos (no dejéis de sacar héroes de la maltrecha memoria de la historia española) y con un trabajo impresionante detrás. El tono sosegado y tranquilo en los comentarios se agradece y aporta un contrapunto agradable


    Muchas gracias, un saludo y seguid así

    Rafa

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    1. Estimado Rafa:

      Muchas gracias por leernos y por animarte (y animarnos) a escribir. Siempre digo que son este tipo de comentarios los que nos animan a mantener el continuado esfuerzo que supone un blog como éste. Así que gracias por ello, y nosotros intentaremos continuar con el nivel de calidad.
      Aún no está del todo decidido, pero pintan bastos a que el próximo "cojonazos de leyenda" va a ser el bastardo del Emperador, Don Juan de Austria, vencedor de "la más grande ocasión que los tiempos vieran"... ahí queda.

      Un saludo, y esperamos seguir viéndote por aquí.
      Igor.

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    2. Hola Igor!

      Yo también he llegado aquí a través de un enlace de Owen como el amigo Rafa, que os hace buena publicidad xD.

      Lo primero felicitaros por el Blog y la temática elegida para debatir. Éste artículo me parece muy interesante, pues aunque algunos tuviéramos una idea vaga de la mentalidad nipona, este artículo resulta esclarecedor.

      Soy fan también de los "Cojonazos de Leyenda", y si se me permite una petición, elegiría al general Blas de Lezo, que humilló a la armada inglesa del almirante Vernon defendiendo Cartagena de Indias, y siendo el pobre general tuerto, cojo y manco (y vete a saber si no le faltaría un testículo, pero seguro que el tamaño del otro suplía las carencias xD). ¿Como le premió España? Siendo denostado por sus contemporáneos y olvidado por la historia, al contrario que el perderor que salió a todo trapo hacia Albión...

      ¡Queremos Justicia!

      Un abrazo y felicidades por el Blog!

      Danvil

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    3. Hola, David! Muchas gracias por leernos y por tus elogios! Seguiremos intentando ofreceros toda la calidad de la que seamos capaces en nuestros artículos.

      Como me has caído bien, te voy a conceder tu deseo: Alehop! http://elcodicevoynich.blogspot.com.es/2013/03/cojonazos-de-leyenda-ii-don-blas-de.html

      ;) Un abrazo!!

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    4. Jajajaja, madre mía que fallo xD

      Había leído sobre él hace un tiempo en otra web, pero no había visto que ya lo habíais publicado, sólo vi el de Diego García de Paredes...

      Pues nada, seguiré de cerca las actualizaciones.

      Abrazos!

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    5. jajajajaja, qué fallo ni qué nada! Si te lo acabamos de hacer para ti...!!

      En cualquier caso, espero que te guste, incluso aún más que el de la otra web... ;)

      Un abrazo!

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  15. Todavía no he terminado de leerlo (me lo voy leyendo poco a poco en los descansos de trabajar). Por el momento te diré que me he reído muchísimo con lo de los Juegos Olímpicos. El año pasado, ya sabes que estaba en Okinawa durante los JJOO de Londres y... es tal y como lo cuentas!! De hecho, estábamos viendo judo (porque como bien dices, no ponían otra cosa) y como el japo no pasó a la final, cortaron y no nos dejaron verla!! En lugar de eso, se dedicaron a repetir peleas y peleas de japos ganando. No dábamos crédito.

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    1. Hola, Carmen! Gracias por leernos y por comentar!

      Me alegra mucho tener en esta misma página otro testigo de lo que pasa en las retrasmisiones de los JJOO en Japón, porque hay gente que no se lo cree, que piensa que es una exageración o que es lo mismo que se hace en todos los países... Les ponía yo a estos últimos a zamparse un mes de olimpiadas en Japón para que me dijeran si es lo mismo que lo que pasa en otros países... :D

      En fin, que una vez más, gracias, y esperamos seguir viéndote por aquí!

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  16. No tiene nada que ver con el post. Pero un primo me ha pasado unos mapas que están simpáticos. Independientemente de su precisión o credibilidad, los comparto por aquí:

    http://twistedsifter.com/2013/08/maps-that-will-help-you-make-sense-of-the-world/

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  17. Llego tarde... lo he leído con varios meses de retraso pero que bien me lo he pasado.
    Estaba buscando en internet una imagen de un mapamundi centrado en el pacifico y eso me ha traido al blog... lo que me ha hecho leerme el post y todos los comentarios. Si te gusta la historia, la geografía y pasar un buen rato es perfecto. Felicidades de verdad.
    Una curiosidad de por que buscaba ese mapamundi:
    Para ilustrar que aunque algo cambie, la representación física, grafica o mental de ese algo es mas difícil que cambie. Y estoy pensando en algo mas banal, relacionado con mi trabajo en una empresa de gran consumo (alimentación). Somos la marca líder desde hace poco, pero no lo parece cuando vas al super o al hiper. Aun no se nota en los lineales.
    Mi paralelismo era que el mapamundi tradicional, el que viene desde el renacimiento, cuando el centro del mundo era Europa, lo centraba en ella. Hoy en dia, el poder y dinamismo económico y tecnológico están en las 2 orillas del pacifico, sin ninguna duda, desde Silicon Valley al sudeste asiático y pasando por Japón que sigue siendo la tercera economía del mundo... pero el mapamundi, como el lineal del hiper, nos sigue mostrando al antiguo líder...
    En fin, gracias por escribir así y por compartirlo.

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